Pensé que ella me seguía.
Si hubiera una verdad, yo la seguía a ella.
Ahí estaba al tomar una curva, tímida pero gigante atrás de un cerro chaparro.
Luego se deshinibió, y se veía completa desde la entrada a la ciudad, como el faro que la ilumina.
Sublimes momentos.
Si hubiera una verdad, yo la seguía a ella.
Ahí estaba al tomar una curva, tímida pero gigante atrás de un cerro chaparro.
Luego se deshinibió, y se veía completa desde la entrada a la ciudad, como el faro que la ilumina.
Sublimes momentos.