té

Llegando de la fac, al sentir un poco vacia mi mochila me acordé de aquellos años en los que cursaba segundo y tercero de primaria! Estaba en el instituto J. Yolanda Valdéz, el nombre de la directora. Un día llegué a su oficina, yo y otras dos compañeras: Mónica y Daniela, hicimos algo (que confieso ahora) me arrepiento: molestabamos mucho a una niña que llegó de Sonora, que tontas fuimos.
Por ese entonces, satisfice mis ganas de tener chino el cabello! Aunque no quedó como me lo imaginaba, yo quería unos bucles, como los de Roxana, una amiga de mi hermano. Jaja! Y pensabamos otras tantas tonterías: que una compañera y el conserje practicaban satanismo!! Por favor!!
Lo que me encantaba de esa escuela, eran las bancas. Eran unos pupitres, verdes, de un verde que tenían los colores Prismacolor, verde esmeralda creo, las sillas eran del mismo color, de madera. Cada quien tenía una pequeña mesita, tenían una tapa, formaba un cajón en donde guardabamos los cuadernos y los libros, junto con los colores... las extrañé mucho cuando me cambié de escuela. En segundo no recuerdo cuantos éramos, en tercero eramos 12, dos chavos José Luis y Melvin (como el de los chococrispis), las demás, chicas!
Creo que tenía muchísimos prejuicios en esos momentos!! Qué horror!